El BPA y el asma infantil

La revista científica JAMA Pediatrics publica un nuevo estudio donde un grupo de científicos estadounidenses demuestran que la exposición prenatal al Bisfenol A puede asociarse al desarrollo de sibilancias persistentes y a una menor función pulmonar durante la infancia. Un titular que, sin duda, podría explicar el dramático aumento de la prevalencia del asma en las últimas décadas.

Adam J. Spanier, del Colegio de Medicina de Penn State, en Hershey, ha analizado, en una muestra de 398 pares de madres e hijos, la relación existente entre la exposición intrauterina al BPA y las sibilancias (pitos respiratorios) en la infancia. Las mujeres embarazadas presentaron una muestra de orina a las 16 y 26 semanas de gestación y otra en el parto, con el objetivo de medir sus niveles de Bisfenol A. Luego, durante tres años, los padres fueron indicando, cada seis meses, si sus hijos tenían, o no, sibilancias. Las madres del 99% de los niños cuya salud respiratoria se estudió, habían presentado niveles de BPA detectables en la orina en algún momento de su embarazo.  

Si bien quedó demostrado que los altos niveles de BPA detectados en las mujeres a las 16 semanas de gestación estuvieron asociados con las sibilancias en sus bebés, no ocurrió lo mismo con las pruebas realizadas en el parto o en las 26 semanas de gestación, por lo que entendemos que el mayor riesgo de exposición prenatal al Bisfenol A se presenta al inicio del embarazo.

A los 6 meses de edad, los bebés de mujeres con altos niveles de BPA en el embarazo eran el doble de propensos a tener sibilancias que los hijos de mujeres con bajos niveles de BPA aunque, a los 3 años de edad, no se hallaron diferencias entre los mismos...
 "Vimos crecerlas tasas de enfermedades como el asma, el autismo y el TDAH(trastorno por déficit de atención con hiperactividad) en lasúltimas décadas", dijo.

"La prevalencia del asma en niños ha crecido del 5 al l10% aunque, los genes humanos no cambian tan rápido" apunta Spanier añadiendo que "las generaciones cambian cada 30 años, de modo que no hay nada más que pueda causar ese aumento y el medio ambiente es clave".

Hasta ahora, la mayoría de las investigaciones sobre el BPA se habían concentrado en enfermedades endócrinas y el neurodesarrollo, patologías que son sensibles a las hormonas femeninas. Spanier opina que tras la publicación del estudio que protagoniza el post de hoy "comenzarán a aparecer más".

Fuente: http://jamanetwork.com/journals/jamapediatrics/fullarticle/1913573?resultClick=3