Salud y agua
No contamos ningún secreto si decimos que aproximadamente el 75% de nuestro cuerpo es agua pura; agua que debe reponerse ya que contínuamente perdemos gran cantidad de ella (por el sudor, la orina, transpiración, respiración...) Ni tampoco sorprenderemos a nadie si decimos que es muy recomendable beber más de 2 litros de agua diariamente.
Entonces... ¿por qué nadie lo cumplimos?
Con esta reflexión nos hemos impuesto el cometido de escribir este blog para recordarte la importancia de una correcta hidratación:
- Toma dos vasos al levantarte.
- Otro más media hora antes de comer o cenar.
- Otro hora y media después de comer.
- Y durante el día en función de la actividad que realices, todos los necesarios.
Un buen y sencillo truco para saber si estamos ingiriendo la cantidad adecuada de agua al día (ya sea en forma de agua pura o cualquier otro líquido) es mirar el color de la orina. Esta debe ser transparente o con un suave tono amarillo, si tiene un color más oscuro es obvio que el cuerpo está reteniendo el agua considerando que tiene escacez de líquido.
Agua para adelgazar
Otra importante característica de consumir abundante agua, es que puede ayudar a adelgazar. Por varias razones:
- Sustituye otros líquidos con importante aporte calórico para hidratarnos. De esta manera dejamos de tomar, refrescos azucarados, cafes...
- Nos aporta sensación de saciedad, perfecto para evitar ese picar entre horas.
- Nuestro metabolismo funcionará mucho mejor, eliminando dañinas toxinas.
Es obvio que no se deben esperar resultados drásticos sólo por tomar el agua necesario, pero lo que es seguro es que estaremos mucho más sanos y es un complemento ideal para aquellos que desean además quitarse algunos kilitos de sobra.
¿Pero cuánta más agua mejor?
Como todo en esta vida, es cuestión de equilibrio. Beber demasiada agua también puede tener contraindicaciones. Bien es cierto que las multinacionales que comercializan agua embotellada, han hecho una intensa campaña para convecernos de tomar grandes cantidades de agua, especialmente si se trata de agua embotellada (ellos la llaman mineral) y mejor si es de su marca :-)
No hace falta ser muy listo, para darse cuenta de los intereses creados tras esta publicidad, y en la mayoría de los casos el agua del grifo nos resultará tan saludable (o más) que la tan publicitada embotellada.
Por otro lado, si eres una persona con alguna enfermedad o dolencia (hipertensión, retención de líquidos...) debes tener precaución, y en ese caso siempre la recomendación de tu médico será la opción acertada.
Resumiendo, ante todo hay que tener sentido común.