Botella de Acero Inoxidable, sin BPA

Como ya muchos sabéis, nuestro proyecto prioritario ahora en Greenyway es lanzar una línea de botellas reutilizables libres de BPA y eco-responsables (uff que parrafada).

Para llegar a la conclusión de que este debía ser nuestro primer proyecto, la verdad es que hemos tenido que investigar bastante. Ya que no es fácil llegar hasta el fondo de la toda la verdad acerca de este tema. No queremos ser demagogos, pero sí contar algunas notas sobre cada uno de los tipos de botellas que habitualmente usamos en nuestra vida cotidiana, para que tengas la máxima información cuando elijas la tuya.

Botellas de plástico: ¿Qué decir de las botellas de plástico? Ya hemos tratado varias veces este tema, sobre todo pensando en el agua embotellada. Las botellas de plástico tienen grandes ventajas: son baratas (si no tenemos en cuenta el coste indirecto, claro), ligeras y trasparentes. Pero tienen dos grandes inconvenientes:

  • Su coste indirecto (ecológico) es muy alto: su fabricación a partir de derivados del petróleo, consume energía y contaminan. Pero al ser en su mayoría desechables lo peor viene después, y es que tardan unos 700 años en degradarse, por lo que producen una cantidad de resíduos muy alta. Es cierto que pueden reciclarse, pero aún en este caso su impacto en el medio ambiente es muy superior al de una botella reutilizable.
  • Las botellas de PET no son aptas para ser reutilizadas, práctica muy extendida entre los usuarios de este tipo de producto.

Botellas de vidrio: Claramente no tienen los problemas del plástico, ya que el vidrio es inerte y en general no suponen un problema para la salud ni varían el sabor de los líquidos que contien. Además si cuando acabamos de usarlas las ponermos en el contenedor verde, se reciclarán y servirán para fabricar otras botellas. Sus desventajas son principalmente que son algo pesadas pero sobretodo que son frágiles, por lo que pueden ser peligrosas para niños, mochilas... ya que pueden romperse.

Botellas de aluminio: Estas botellas son muy usadas para excursionismo y son fáciles de conseguir, por ejemplo las encontrarás facilmente y muy baratas en grandes superficies dedicadas al deporte (no quiero decir marcas, pero todos nos hacemos una idea ¿no?). Estas botellas aunque no son tan frágiles como las de cristal, si es cierto que al ser el aluminio un material bastante blando se abollan con facilidad. Pero este no es su principal problema, su principal inconveniente es que el aluminio se oxida y disuelve fácilmente en el líquido que contiene la botella. En principio no hay estudios que demuestren toxicidad del aluminio, pero si es cierto que cambian el sabor del agua (ese sabor metálico tan característico de estas botellas). Para evitarlo, lo que hacen los fabricantes es pintar el interior de las botellas con un recubrimiento plástico, que puede contener BPA, así que estamos en las mismas que con las botellas de plástico.

Botellas de acero inoxidable: Para nosotros la mejor (y realmente la única segura y ecológica) opción. El acero inoxidable no se corroe, ni disuelve ningún tipo de sustancia en los líquidos que contienen las botellas. Por lo que es 100% seguro y no altera el sabor. Además es un material muy resistente por lo que su durabilidad es prácticamente eterna y encima es totalmente reciclable para cuando acabe su vida útil. ¡Pero cuidado, no todos los aceros son iguales!. El mejor acero para uso alimentario, y que cumple con creces con todo lo explicado aquí es el acero 304, también conocido como 18/8 (18% Cromo que le da la dureza, y 8% Niquel que le otorga la incorruptibilidad), otros aceros más baratos pueden dar sabor al agua, y hasta acabar oxidándose con el tiempo.

Nosotros lo tenemos claro: nuestra botella será de acero inoxidable 304 de máxima calidad, que sólo tiene una desventaja: y es que es un poco más caro, pero cuando se trata de nuestra salud y de mejorar el medio ambiente, ¿qué supone un euro más o menos, para una botella que nos va a durar mucho tiempo?

 

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