En las últimas semanas estamos realizando las últimas  pruebas a los prototipos de las botellas de acero inoxidable que pronto estarán a tu disposición.

Ahora no vamos a comparar estas botellas con las botellas hechas de otros materiales (aluminio, plástico, vidrio...), pero si te interesa este tema consulta este otro artículo: Salud y Botellas.

Como sabes, las Greeny Bottles tienen un origen muy urbano, ya que pretenden luchar contra los efectos perniciosos para el medio ambiente y tu salud que suponen las botellas de plástico. Pero eso no quita que sean también ideales para actividades deportivas, y de ocio.

Por eso en esta ocasión queríamos ir a más, y las hemos probado en un entorno mucho más aventurero. Y aprovechando los días de intenso frío de estos días, nos las hemos llevado al monte para ver como respondían.

Hemos cogido dos de los modelos a prueba, por supuesto de acero 304 (máxima calidad y ligereza) una de 800ml y otra de 600ml. De los colores no hagáis mucho caso ya que nada tienen que ver con el aspecto final que tendrán (con un diseño mucho más atractivo).

Forma: La forma de ambas es relativamente alargada, lo cual las hace muy manejables y sobre todo seguras, ya que se ajustan muy bien al tamaño medio de la mano. Por lo tanto, una vez cogida es muy cómodo sosterla y es difícil que se te caiga.

La forma estrecha además hace que sea fácil acomodarla en la mochila, hasta en esos estrechos bolsillos exteriores; lo cual es una comodidad si eres de esos a los que les gusta tener el agua siempre a mano.

Al ser alargada también facilita encontrarla y sacarla de la mochila, sobre todo si tienes la precaución de colocarla en vertical.

Sabor: Sin duda uno de los puntos clave de estas botellas. El acero 304 (18% Cromo 8% Niquel) es practicamente incorruptible y no disuelve ningún tipo de sustancia en el líquido que contiene. Es por ello que el agua no adquiere ningún sabor, ni sustancia alguna en la botella, a parte, claro está, de las que ya el agua contuviera antes. Esto lo hemos probado hasta en agua almacenada en la botella durante varios días; algo impensable, por ejemplo, en botellas de aluminio (y que tienen un recubrimiento epóxico en su interior).

Peso: Aquí nos ha sorprendido mucho el resultado, ya que si bien es cierto que pesa un poco más que su equivalente en aluminio, la diferencia es muy pequeña (15gr), tanto que a efectos prácticos no supone ninguna diferencia a la hora de llevarla en la mochila.

Resistencia: La botella de acero es muy dura y resistente, tanto que te puedes casi olvidar de esos típicos abollamientos. Para abollarla tienes que usar un martillo o dar un golpe fuerte a la botella. Sabemos que algunos nostálgicos echarán de menos esas características abolladuras en sus botellas de aluminio, que como marcas de guerra daban categoría al montañero que las portaba; pero, ¿qué le vamos a hacer?... siempre podrás marcarla a martillazos ;-)

Aislante térmico: Quizás este sea su punto más débil, y es que el acero funciona como buen transmisor térmico por lo tanto la botella no aislará mucho al líquido del interior. Si para ti este punto es importante, deberías pensar en usar una funda de neopreno o similar. De todas formas el resto de botellas de otros materiales tampoco se caracterizan por un gran aislamiento, excepto claro, los termos.

Boca Ancha: Este si es un punto al que no estamos muy acostumbrados en las clásicas botellas, y la verdad es que hasta que no la hemos probado no nos hemos dado cuenta de la cantidad de ventajas que aporta:

- Puedes ver fácilmente dentro, por lo que ves el nivel del agua y si hay suciedad muy fácilmente.

- Lavarla y limpiarla con mucha facilidad.

- Meter cubitos de hielo enteros.

- Beber directamente de la botella con una sensación parecida a beber de un vaso.

- Se puede llenar muy fácilmente en fuentes, arroyos...

Tapones: Los tapones que hemos probado es cierto que son de plástico, pero son totalmente seguros ya que son de Prolipropileno (PP) 100% libres de BPA. Pero lo mejor, es que hay disponibles de muy diversas formas, con tapón de rosca, con pitorro para beber sin abrir el tapón, con mosquetones... Esto nos ha encantado ya que puedes elegir el que mejor se adapte a tu actividad, y hasta tener varios para intercambiarlos según la necesidad. ¡Qué ganas tengo de llevarme mi Greeny Bottle colgada al arnés directamente del tapón! Sobre todo en el veranito cuando escale en varios largos.

En definitiva, la valoración global de la Greeny Bottle es excelente, y no nos ha cabido duda de que en actividades deportivas da de sobra la talla, y que no hay punto de comparación con las botellas actualmente más extendidas de aluminio.

 

Nota: Las características de estas botellas pueden diferir algo con las versiones finales puestas a la venta, en aquel momento ver las características técnicas de la ficha del producto para conocerlos.